Cada noviembre, desde el año 2000, organizaciones de todo el mundo dedican una semana a generar conciencia sobre los impactos del fenómeno del fraude, tanto en su ámbito de trabajo como en sus comunidades.
En este año, la semana del 13 al 17 de noviembre es la que está enfocada a este esfuerzo, por lo que te damos a conocer información útil para prevenir, combatir y detener el fraude en tu organización y en tu vida diaria.
¿Qué es el fraude?
El término fraude abarca acciones que están destinadas a engañar por razones financieras o beneficio personal. Es cualquier acto intencional o deliberado para privar a otro de bienes o de dinero con engaño.
¿Por qué deberíamos preocuparnos por el fraude?
El fraude cuesta miles de millones de dólares en daños a empresas, gobiernos e individuos, cada año. Además, el fraude puede afectar drásticamente la calidad de vida de sus víctimas resultando en pérdidas de puestos de trabajo, de ahorros e inversiones, confianza debilitada en las instituciones públicas y una presión significativa sobre los recursos
¿Cuáles son las banderas rojas de comportamiento de fraude?
Cualquier persona puede cometer fraude, por lo que es importante para todos ser consciente y observar las señales de alerta en el comportamiento que podrían indicar un estafador potencial. De acuerdo con la Association of Certified Fraud Examiners estas son las seis señales de alerta conductuales más comunes, que pueden implicar la comisión de un posible de fraude:
1. Vivir más allá de los medios.
Los grandes gastos son a menudo un indicador de comportamiento fraudulento, especialmente
si el salario de un empleado no se alinea con su estilo de vida.
2. Dificultades financieras.
Los problemas financieros a menudo son citados como una motivación por aquellos que
cometeran fraude laboral. Los ejemplos incluyen una deuda alta de préstamos estudiantiles,
préstamos para automóviles, hipotecas, impuestos o deudas altas de tarjetas de crédito.
3. Una estrecha relación personal con proveedores o clientes
Esto podría indicar un conflicto de intereses o colusión entre un empleado y un proveedor o cliente.
4. Problemas de control o una falta de voluntad para compartir deberes.
Los estafadores pueden temer que los atrapen si comparten su trabajo con otro empleado o podrían inventar excusas para mantener la información de sus colegas.
4. Irritabilidad, suspicacia o actitud defensiva.
Los estafadores pueden actuar inusualmente paranoicos o duros con sus colegas para proyectar sospechas en los demás o desalentar las preguntas.
5. Actitud de “embaucador”.
Un defraudador puede mostrar una actitud que implique astucia o comportamiento sin escrúpulos.
¿Qué puedo hacer para proteger mi organización?
Podemos hacer una diferencia capacitándonos sobre fraude y creando conciencia.
Organizaciones que brindan capacitación sobre fraude para sus empleados han visto una reducción de 38% en la pérdida media por instancia de fraude. Iniciar conversaciones sobre fraude y concienciar sobre el problema puede disuadir a defraudadores potenciales.
Ten cuidado con las banderas rojas y confía en tus instintos
Ahora que has aprendido algunas de las banderas rojas, puedes permanecer alerta. Si observas algo que no te parece bien, debes evaluar la situación. Entonces, si todavía tienes dudas o sospechas, debes tomar medidas.
Reportar irregularidades
La mayoría de las empresas tienen un mecanismo de reporte, como una línea directa, que permite a los empleados denunciar irregularidades de forma anónima. Así que una manera de denunciar es escribir una carta anónima a la persona apropiada de la empresa o al área de auditoría interna.
Si la acusación involucra a la alta dirección, se puede informar a la junta directiva, al comité de auditoría de la junta o de la compañía o a auditores independientes.