En los últimos días se ha reportado que, a partir de este año el Servicio de Administración Tributaria (SAT) cobrará un impuesto a aquellos depósitos que se realicen en efectivo y que sean por 15,000 pesos o más; sin embargo, esta información es falsa, pero lo que sí es cierto es que el fisco vigila estos depósitos.

Eduardo Marroquín Pineda, socio de Impuestos de Baker Tilly México, explicó que el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) entró en vigor en el 2008 y gravaba con 3% aquellos montos que se depositaban en efectivo a partir de 15,000 pesos.

Este impuesto, añadió, servía de cierta manera para que la autoridad fiscal combatiera la alta informalidad que existe en el país pero, en la reforma fiscal del 2014, el IDE fue eliminado y en su lugar el SAT implementó otros métodos de fiscalización.

De esta manera, desde hace siete años el sistema financiero está obligado a dar aviso, de manera anual, a la autoridad fiscal por aquellos depósitos que excedan 15,000 pesos, por lo que no hay ninguna novedad al día de hoy respecto a ese método, indicó Ariana Martínez Molina, integrante del Colegio de Contadores Públicos de México.

La información que los bancos pasan al SAT debe ser entregada a más tardar el 15 de febrero de cada año.

¿Qué pasa si recibe un depósito?

Eduardo Marroquín indicó que, si un contribuyente recibe un depósito en efectivo que rebase los 15,000 pesos, al ser avisado el SAT por la banca podrá solicitarle al contribuyente que le aclaré el origen de ese dinero en efectivo ya que la autoridad supondrá que es un ingreso por el cual no se ha pagado el Impuesto sobre la Renta (ISR) correspondiente.

“El problema es que, cuando se deposita en efectivo, sólo se puede rastrear hacia dónde va ese efectivo, más no de dónde viene. Fiscalmente, al SAT le interesa saber el origen de ese depósito”, explicó.

Si el contribuyente no logra aclarar el origen de ese dinero, el fisco le podrá reclamar el pago del ISR por el monto, así como actualizaciones, recargos y, en algunos casos, multas.

Para evitar este tipo de problemas, Eduardo Marroquín aconsejó que los contribuyentes, en primer lugar, eviten prestar sus tarjetas de débito ya que muchas veces las llamadas discrepancias fiscales se originan por depósitos en efectivo que se hacen por prestar el plástico.

“Es muy común, por ejemplo, que una familia esté organizando una fiesta grande y los integrantes deban depositarle a uno de los familiares dinero. Lo hacen en efectivo y, a la larga, puede enfrentar este problema en donde le costará trabajo aclarar que ese no es un ingreso que deriva de su actividad”.

Si no se aclara, el SAT tomará en cuenta la actividad por la que el contribuyente está dado de alta para cobrarle el ISR, actualizaciones, recargos y multas correspondientes.

Además, también recomendó que en vez de hacer depósitos el efectivo se realicen transferencias bancarias, se cuide cómo se documentan los ingresos y que todo ingreso sea informado cuando se presenten las declaraciones.

No es la primera vez

En el 2019 también circuló en redes la información sobre el cobro de impuestos a los depósitos en efectivo, lo cual generó confusión entre la ciudadanía, por lo que la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) aclaró en aquella ocasión que se trataba de información falsa.

Entre los contenidos falsos que se mencionaron fue que a partir de junio del 2020 las personas que recibieran depósitos superiores a 5,000 pesos mensuales, deberían declarar ante el SAT de dónde recibieron el dinero y por qué.

Además se comentó que cualquier persona que recibiera dinero a través de cuentas bancarizadas o depósitos bancarios a dos tarjetas de crédito débito y si estas superaban un cierto monto como depósito se tendría que declarar fiscalmente y si no lo hacían tendrían consecuencias legales no solo administrativas y penales.

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