La pandemia por COVID-19 vino a cambiar la forma de trabajar de las organizaciones. La adopción de la modalidad de “home office” en las empresas se aceleró y se implementó como una medida de precaución para proteger a empleados y clientes. Asimismo, estos cambios nos hicieron ver la necesidad de crear métodos eficientes de trabajo a distancia y que a su vez estos sean lo suficientemente flexibles.

 

 

En particular, dentro de los equipos de auditoria, adaptarse a las nuevas tecnologías resultó algo vital ya que la digitalización realmente marca la diferencia.  

Estos cambios han traído beneficios para los procesos, pero también han resultado en algunas complicaciones para quienes desempeñan estas funciones.

Aquí te compartimos algunas ventajas y desventajas que identificaron los expertos en nuestro equipo de auditoría: 

Ventajas del modelo trabajo remoto para los procesos de auditoría interna  

  • Definición de los objetivos de trabajo y mayor sensibilidad sobre las prioridades de la organización. 
  • Flexibilidad en la integración de los equipos de trabajo que permite realizar distintas revisiones de forma simultánea y colaborar a la distancia sin descuidar la calidad. 
  • Adaptabilidad al uso de las tecnologías para gestionar, ejecutar, comunicar y presentar resultados de trabajo. 
  • El trabajo a distancia maduró las capacidades de agilidad y adaptación ante escenarios cambiantes. 

Desventajas del modelo del trabajo remoto para los procesos de auditoría interna 

  • Falta de contacto e interacción con los dueños de los procesos auditados, causando deficiencias en la comprensión y visualización de estos. 
  • Desfases en la entrega de la información, causando un retraso en el proceso de auditoría derivado de la falta de contacto directo con los auditados. 
  • Creación de falsas expectativas con respecto al tiempo de entrega con el cliente, que pueden llegar a ocasionar estrés y desgaste emocional en los auditores. 

     

    Sólo construyendo fuertes mecanismos de auditoría podremos reforzar la idea de adaptabilidad de la profesión, no sólo desde la perspectiva de la crisis de COVID-19 sino también como estilo de trabajo normal. 

    La transición digital podría ser necesaria en estos tiempos inusuales, en los que la separación física y el trabajo a distancia se convierten en la norma. Sin embargo, el futuro no consiste únicamente en la auditoría a distancia; se trata de aprovechar las tecnologías para mejorar los procedimientos fundamentales para lograr tres objetivos: una auditoría más eficiente, una auditoría de mayor calidad y mejores conocimientos empresariales para los clientes.