El impacto del conflicto armado en Rusia tiene afectaciones a corto y mediano plazo en la economía mundial. Los primeros efectos los estamos observando en el creciente costo de los combustibles y otras fuentes de energía, como es el gas. En segundo término, tendremos una escalada en el precio de los granos y cereales que comúnmente se producen en la región de conflicto para abastecer toda Europa.
No podemos soslayar que a medida que se prolongue el conflicto, las cadenas de suministro serán afectadas por los cambios logísticos que implica las sanciones implementadas a Rusia, como es el tránsito sobre el espacio aéreo de otras naciones y el costo que esto implica. En el caso de México, tendremos incremento en el precio de la gasolina y otros hidrocarburos, lo que incide directamente en el aumento de costos de producción y transportación, puedes consultar aquí sus precios.
Esto generará inflación, que si bien puede ser controlada con otros elementos macroeconómicos, dependerá de la acción conjunta de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para el control efectivo de los precios internacionales del petróleo.
Rusia ocupa el lugar 35 en la relación de socio comercial con México, de quien importamos urea, aluminio, productos intermedios de hierro, acero, abonos minerales y químicos.
México exporta a Rusia automóviles, refacciones, equipos de telefonía y cobre. Exportaciones que se verán afectadas por la complejidad logística en medio del conflicto armado.
Si bien el titular del Ejecutivo federal anunció que no habrá sanciones ni bloqueos a productos e inversiones rusas, las limitaciones que enfrenta Rusia ante la desconexión del sistema bancario Swift limitará su actividad económica en el mundo.