Con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación los modelos de negocio han cambiado, lo que ha permitido que tanto las empresas como los individuos puedan vender sus productos y prestar sus servicios en cualquier parte del mundo a través de un sitio en Internet o una plataforma digital, incluso sin contar con activos, personal, infraestructura o capacidad material instalada en el país donde se lleva a cabo la actividad económica; logrando con ello potenciar sus ingresos y reducir sus costos.